Citrus sinensis (L.) Osbeck
RutaceaeEsta especie fue identíficada por los exploradores del CEIP Huerta de Santa Marina: Carla Abril Alvarez y Éldar Cameno Feliú, quienes denominaron a los especímenes: Mocus caconus, llamándoles la atención su aspecto y sus frutos.
El portugués Vasco de Gama, una vez encontró a finales del siglo XV el camino desde el sur de África para llegar a las Indias, a Asia, contribuyó a traer y aclimatar en Europa las primeras variedades selectas de naranja dulce. Fueron los colonizadores españoles quienes sembraron a su vez los primeros naranjos, limoneros y otros agrios en suelo americano. Se completa así el viaje de un género de árboles como los cítricos, que hoy podemos ver por todo el mundo, un viaje que empezó en Asia y se extendió por Occidente por mediación de los árabes, para después de la llegada de Cristóbal Colón a América adaptarse también al Nuevo Mundo.
No fue esta sin embargo la modalidad que gustó a los ingleses sino la amarga. Algunos personajes ilustres ayudaron a poner de moda su consumo: tal es el caso del duque de Wellington, el general inglés que luchó junto a los españoles en la Guerra de la Independencia contra las tropas de Napoleón, quien durante su estancia en Sevilla probó la mermelada producida por las naranjas de las huertas del Real Alcázar. Fueron no obstante los escoceses de la Naviera MacAndrew los que organizaron la exportación de la naranja amarga al norte de Inglaterra, aprovechando el transporte de minerales que extraían los británicos de sus minas en Río Tinto, Huelva. El producto tuvo una gran difusión por estar destinado a las clases obreras o menos adineradas; de ahí pasó a convertirse en uno de los alimentos indispensables del tradicional desayuno inglés.