La propuesta de jardín acondicionado, no se limitaría exclusivamente a explorar un paisaje compatible con la tecnología de los aires acondicionados, o a sondear su dimensión aromática, sino también a experimentar su potencial sonoro.
Así, por ejemplo, partiendo del incómodo y monótono sonido de los climatizadores, podríamos cuestionarnos sobre su existencia o sobre la posibilidad de modularlo a través de la utilización de tubos, compresores, embudos, metales y demás elementos cotidianos creativamente ensamblados en carcasas- instrumentos que ocuparían la fachada junto a otras mashrabillas. Un trabajo alternativo de luthier que iría encaminado a explorar la realidad sonora de elementos cotidianos, para trabajar crítica y creativamente con ellos (Vibra-Tó) compartiendo con los vecinos y los participantes de la asociación su fabricación e interpretación…
Paralelamente nos gustaría transitar de la toponimia del barrio a la realidad, para trabajar también con la sonoridad de las aves urbanas de los Pajaritos. Una realidad xeno-sonora en la que Leonardo Casasola, Sergio Castañeda y José Carlos Sires (SEO birdlife) podría hacernos de guía (stalker), con el objetivo de ayudarnos a identificar, reconocer y encarnar esos otros actores del barrio... Un trabajo que podría compatibilizar las exploraciones en el barrio con la creación o intervención de un archivo sonoro, cuyos fragmentos, quizás, podrían formar parte de posteriores enredos…
El camino inverso, de la realidad a la toponimia podría realizarse con las personas del barrio. De las entrevistas con la asociación de la Candelaria emerge la conciencia de un barrio donde conviven personas enraizadas con otras de paso… Por un momento nos gustaría desacelerar este movimiento para decantar con Antropoloops una posible memoria cosmopolita escrita en sus propias lenguas exóticas*... un cadáver exquisito de palabras o textos que igualmente podrían terminar impresos sobre las mashrabiyas como un patrón de huecos que favorece el tránsito del viento o la proyección de luz… pero sin renunciar a la creación de sentidos poliédricos, como ocurre con la utilización de la caligrafía en la arquitectura de Al-andalus (devenir este que explorará Estudio Pate).
Alternativamente a la exploración, recolección o archivo sonoro, nos gustaría proponer un ensamblaje de todas estas “voces” en una polifonía que permitiera celebrar o conmemorar en común todo el proceso. Una obra exclusiva que sería ensamblada por la joven compositora sevillana Desirée Martín en colaboración con Proyecto eLe que colaborará con la interpretación de una pieza colectiva que permita integrar creativamente todos los elementos desplegados con anterioridad en el propio jardín vertical.
Una pieza cuya materialidad, composición e interpretación aún nos cuesta prefigurar… pero a través de la cual nos gustaría ir más allá de la funcionalidad del propio jardín y de sus entrelazamientos efectivos, para sondear y precipitar -sin codificar en exceso- sus potenciales vínculos afectivos…