Una nueva edición de Luces de Barrio comenzaba con una propuesta en la que valores como la sostenibilidad y la participación social fueron dos de los pilares fundamentales. En ella se contó con 16 jóvenes de la Asociación La Candelaria, referente social y educativo de Tres Barrios, zona de intervención de la presente edición y aliada natural para la creación de asociaciones entre personas, plantas, pájaros y climatizadores que este año proponemos. A lo largo de cuatro semanas, se trabajaron con ellos las diferentes creaciones integradas en el proyecto y que servirían para crear un ecosistema comunitario reutilizando el agua condensada desechada por las máquinas de aire acondicionado.
El segundo de los talleres, tras el que celebramos en marzo junto a AEDI sentaría las bases creativas a partir de procesos de fabricación y diseño digital. Si bien Jardines en el aire tratará de crear estructuras que alberguen jardines verticales, el primer paso era conocer qué son y cómo se fabrican. Para ello, se propuso a José Buzón, especialista en modelado 3D y fabricación digital, para que nos familiarizara con el diseño digital y las tecnologías de corte láser.
Si le preguntas a José Buzón a qué se dedica, te dirá que es un maker: “una persona que hace cosas, pero concretamente, hace cosas con herramientas digitales, desde cortadoras láser, a cortadoras de vinilo, desde impresoras de comida, a impresoras de circuitos electrónicos” y que además sigue una premisa básica: “eso lo puedo hacer yo, eso lo puedo mejorar yo”. Tras su trayectoria iniciada en el Sevilla FabLab, desde hace unos años, dirige Collateral Studio, taller especializado en fabricación digital y corte láser, desde donde ha podido “hacer casi cualquier cosa". Con este bagaje, planteó a los chicos y chicas “dibujar con un ordenador algo que una máquina digital iba a fabricar” y se centraron en prototipar a pequeña escala desde las jardineras a sus propias siluetas a partir de fotografías.
El taller de diseño digital estuvo orientado a profundizar en las posibilidades y escalas de las carcasas de los aires acondicionados, explorando agrupaciones y relaciones de escala con los edificios tipos del barrio. Para ello realizamos una maqueta que nos permitiera pensar de manera material, espacial, involucrando en este ejercicio al alumnado mientras aprendían herramientas y procesos de diseño digital. Surgieron, a lo largo de la semana en la que se desarrollaba el taller, las preguntas de si, aparte de la función de jardineras, estas piezas pueden ser el soporte de otros relatos, historias, impresiones, luces…
Jardines en el aire propone la creación de un jardín comunitario que se ubicará en las fachadas de algunos edificios y que se mantendrá reutilizando el agua condensada desechada por las máquinas de aire acondicionado. Las estructuras que acogerán estos jardines -y que tendrán otras utilidades que iremos conociendo más adelante-, están inspiradas en las mashrabiyas árabes, dispositivos capaces de generar microclimas con corrientes frescas de aire mediante la evaporación de agua en cerámicas humedecidas alojadas en su interior.
En la diversidad de historias que habitan en Tres Barrios y que se trasladan también al proyecto, al comienzo del taller, cada uno de los chicos y chicas eligió un pájaro y una planta a modo de tótems que les fueron guiando e identificando a lo largo de las actividades que se sucedieron. Más tarde, se les propuso un ejercicio creativo: diseñar un prisma plegando una cartulina bidimensional y agregar en cada una de las 6 caras, su nombre, el del pájaro, la planta, una palabra y una acción que les gustase y una conjunción con las que fueran capaces de crear una historia. Alison, una de las alumnas que mostraba gran curiosidad a las explicaciones de Buzón, contaba que elegía “hablar” porque es lo que más le gusta hacer con sus amigas.
Así, jugando a crear asociaciones entre cosas aparentemente sin relación comenzaron a familiarizarse con el diseño digital y el corte láser profesional. Alejandro, otro de los alumnos, nos contaba que “con una máquina de rayo láser que tiene una luz muy potente, hemos cortado y doblado las cajas”. Posteriormente, generamos sombras chinas con cada una de las caras cortadas, propiciando juegos de palabras imprevistos y surgieron diferentes historias: la de Alejandro, “el búho tiene un telescopio para mirar las estrellas”; “el ánade de Adam juega al fútbol junto al laurel”, “el cernícalo de Ainhoa baila con la lavanda”
Las cajas de papel son maquetas a escala 1:10 que simulan la intervención a llevar a cabo en algunas fachadas de Tres Barrios en la fase final de Jardines en el aire y que pudimos ver en el prototipo presentado en la acción ‘Jardín acondicionado’. Las fabricadas durante los primeros días cuentan las historias de sus diseñadores, que cobraron vida en una de las últimas prácticas del taller: a partir de fotografías digitalizadas, los chicos y chicas siluetearon su imagen y éstas se recortaron en policarbonato. El último día, a modo de muestra colectiva, se colocaron todos los prototipos que se habían trabajado durante las sesiones en la maqueta que simula la fachada de un edificio, en un juego en el que, entre risas, se preguntaban ¿quiénes seríamos si fuéramos pájaro? ¿un búho chico, un petirrojo, un ánade azulón? ¿y si fuéramos plantas? ¿una hortensia, un laurel, una fucsia? ¿por qué no llenar nuestras ventanas y nuestras calles con todos ellos?
Las respuestas a todas estas preguntas crearon una trama de cuentos, de plantas, de pájaros y de personas en las que nos miramos y que nos inspiran y nos invitan a reflexionar sobre lo que hoy puede ser el mañana. En esa mañana, despertaron en Julio, otro de los alumnos que nos contó que era un “friki amante de la informática”, un abanico de posibilidades sobre las que desarrollar su futuro profesional como maker o diseñador digital.