La última parada de este recorrido sobre ‘Paisajes Circulares’, dentro del proyecto ‘Jardines en el aire’, comenzó a media tarde del sábado en los Jardines de la Exposición, con Sergio Rodríguez de Nomad Garden moderando la sesión, junto a Manu Pascual de Zuloark y Rubén Alonso de Antropoloops.
Antes de comenzar la conversación sobre la importancia de los ritos en la vida de las ciudades, Sergio Rodríguez retomó una de las últimas reflexiones aparecida en mesas anteriores: la inquietud sobre el tiempo que nos queda para poner en marcha cualquier proceso transformador, teniendo en cuenta la situación de emergencia climática que vivimos. Una cuestión trascendente que genera dudas y puede impulsar o paralizar.
Planteaba Rodríguez, que es probable que la única salida sea probar y probar hasta que demos con la mejor forma de adaptación, que permita distintos modos de habitar.
“Parte de las obras que se han visto hoy”, prosiguió Rodríguez, “planteaban esta duda sobre su utilidad real”. Mónica Gutiérrez de Basurama habló de ficciones especulativas. Alice Attout de Recetas Urbanas dijo que algunos de los proyectos que realizan puede que no sirvan para mucho. “Pero son ejemplares”, señaló Sergio, “dejan claro que sí se puede”.
Los ritos, tema central de esta última mesa, suponen la celebración de esos otros relatos que ya existen. “Todos los equipos cultiváis ese gusto por dar voz, poner en valor cosas sutiles que suceden sin que otros se den cuenta” señaló. Se trata de celebrar algo que de alguna manera sea importante para la comunidad.
Con ese marco reflexivo como introducción, Sergio Rodríguez presentó a Manu Pascual y el colectivo del que forma parte, Zuloark. Un proyecto con propuestas tan interesantes como la romería inversa que promovieron en la isla de La Palma para dar visibilidad a personas con discapacidad en el mundo rural.
Al otro lado se sentaba Rubén Alonso, cuyo proyecto de remezcla, Antropoloops, recopila música y recursos de diferentes partes del mundo otorgándoles una significación propia.
¿Cómo ensamblan ambos proyectos en su trabajo las voces y recursos de esas otras personas que ya están ahí, operando sobre la realidad?
Antes de responder y entrar en el tema principal de la sesión, Manu Pascual manifestó su opinión sobre la inquietud -presente en toda la jornada- en relación con la emergencia climática y lo que ello implica. Pascual, aludiendo a una película de ciencia ficción de 2015, afirmó que la clave es pensar en el futuro como presente.
Continuó retomando la problemática sobre las instituciones analizada en la sesión anterior. En ese sentido, quiso resaltar que no es un ente perverso, sino personas que trabajan con una serie de limitaciones. En cuanto al neoliberalismo del que pretendemos huir, recordó que todos formamos parte de él, “vengo con una camisa de Muji una empresa japonesa que no sé cómo trabaja ni de donde viene su algodón. Es decir, el liberalismo soy yo también.” indicó.
Tras esta introducción sobre temas aparecidos a lo largo del encuentro, comenzó su análisis sobre los ritos. En primer lugar, citó a la pensadora y activista ecofeminista Yayo Herrero que, a partir de Donna Haraway y su libro Seguir con el problema, afirma que la clave para enfrentarnos a los dilemas de la sociedad contemporánea (la debacle ecológica, la precarización económica y la crisis de nuestros sistemas políticos y familiares) es enredar parentescos, es decir, juntar a los que no se han juntado antes.
Aunque esta unión puede resultar difícil en la práctica, puntualizó, “si no invitamos a los que normalmente llamamos enemigos, la capacidad de transformación es muy pequeña.” Y en ese sentido, la fiesta y los ritos son capaces de generar esos contextos donde no tenemos la necesidad de situar al otro. El rito sería un agujero, aludiendo al concepto de Kike España aparecido en la mesa anterior.
Para ilustrar esta idea, recurrió a una conversación con el filósofo Amador Fernández-Savater, que destaca que el valor del campamento de la Puerta del Sol en el 15M, no fueron sus reivindicaciones- propuestas mucho antes por distintos movimientos sociales- sino el propio campamento y la comunidad que se produjo, el estar juntos. “Lo importante no era el contenido de los debates, sino el rito que transformaba la manera de debatir” afirmó.
Tras este interesante análisis de Manu Pascual, tomó la palabra Rubén Alonso, que comenzó cuestionando el propio concepto de rito, al que calificó de conservador. “Los procesos rituales de esas sociedades premodernas que describe Julia Watson en Lo-Tek, nos fascinan por su traducción como arte, pero es un arte muy individualista”. La clave estaría, según Alonso, en inventar nuevos ritos o intervenir en los existentes para desviarlos. Y en ambas opciones lo fundamental para que se conviertan en ritos es su repetición, volviendo a la idea de ciclos que planteó Estelle Jullian en la primera mesa sobre recursos.
En respuesta a esta idea, Sergio Rodríguez indicó la necesidad de conectar ambos modos de cambiar los ritos. Inventarse formas nuevas y hackear esos ritos conservadores para abrirlos.
Por su parte Manu Pascual recordó que la fiesta es un espacio de apertura, pero en ella se permiten hacer otras cosas para que el resto del tiempo todo siga igual. Por eso, sería rompedor no sólo que se incluyan las fiestas en los proyectos que se llevan a cabo, sino pensar la propia ciudad como se piensa la fiesta, “una ciudad en la que las decisiones se tomaran por otro tipo de habilidades, donde el bailar, por ejemplo, se valore más que hablar bien.”.
En cualquier caso, la fuerza de los ritos está en su mestizaje, en su capacidad de transformación, según planteaba Pascual. Y en ese sentido puso en valor el trabajo que lleva a cabo Antropoloops, el proyecto del que forma parte Rubén Alonso. “Abrís la forma de mirar la música, con esa construcción desde la cultura tradicional, utilizándola y respetándola”.
Rubén Alonso continuó con la idea de mestizaje y la importancia de crear a partir de obras tradicionales y puso como ejemplo la música de Lorena Álvarez, que recoge la tradición del folklore y la trae al presente. Otro intento de crear folklore tradicional desde la contemporaneidad fue el tema Gallo rojo, gallo negro de Chicho Sánchez Ferlosio. Una canción creada con el fin de que pareciera una canción tradicional de la Guerra Civil, sin autoría. “Hacer algo y quitarte de en medio” señaló Alonso, trayendo de nuevo a colación el debate sobre el papel del mediador.
Manu Pascual coincidió en la importancia de la invisibilidad a la hora de generar ritos y fiestas. Pascual, citó la obra Sistemas emergentes de Steven Johnson. Para Johnson “Emergencia es lo que ocurre cuando un sistema de elementos relativamente simples se organiza espontáneamente y sin leyes explícitas hasta dar lugar a un comportamiento inteligente”. En este sentido, Manu Pascual recordó el macrobotellón universitario que se organizó el pasado mes de septiembre en Madrid. Una fiesta a la que asistieron 20.000 jóvenes sin ninguna organización clara. “Esa falta de autoría tan interesante tiene que ver con los movimientos emergentes como movimientos de gran innovación, porque utilizan la inteligencia ciudadana” expresó Pascual.
La creación de elementos que tengan vida propia después de la intervención, la replicabilidad, fue una de las reflexiones constantes en esta sesión y a lo largo de todo el día, junto con el papel de la mediación aludido anteriormente.
En esa línea, Manu Pascual volvió a destacar el papel de la fiesta como forma de involucrar a las comunidades en los proyectos. Con ellas se llega a personas de diferentes ámbitos, no solo los convencidos. “Porque disfrutas tienes capacidad de cambiar el mundo”.
Y al hilo del disfrute, el debate giró hacia el humor, los chistes y los memes como ejemplo de inteligencia colectiva y de esa replicabilidad buscada. “Cuando el pensamiento creativo es evolutivo” dijo Manu Pascual, “la manera de pensar es completamente distinta”. En los sistemas emergentes, esos que describe Steven Johnson sobre la organización espontánea de los sistemas, el creador es un agente más y lo que crea es el eslabón de una cadena que continúa después de él.
Sin embargo, como describió Rubén Alonso, a pesar de que sabemos que el ser humano no produce como tal nada más que pelusas y abono, es muy difícil acabar con la idea del arquitecto artista, aunque sea una cuestión generacional y cada vez haya más proyectos de varias personas.
Siguiendo con esta idea, Sergio Rodríguez, apuntó que “No es lo mismo trabajar cuando se pretende cambiar el mundo que cuando asumimos que somos parte de un proceso mayor”.
Tras esta reflexión, Rodríguez preguntó A Rubén Alonso por el proceso creativo de ensamblaje que realizan en Antropoloops, a partir de los materiales que encuentran.
Alonso reconoció que ese trabajo de reinterpretación de lo ya existente lo ha acompañado a lo largo de toda su vida. “De pequeño dibujaba superhéroes copiando partes de unos y otros”.
Algo que llamó la atención de su compañero de mesa, Manu Pascual, que consideró fascinante ese ‘superhéroe bastardo’, similar al actual trabajo de mezcla que hace Antropoloops combinando músicas para crear algo diferente. “En ese sentido me siento reconocido por lo híbrido, por la mezcla en la que incluso puede haber piezas que no encajan” afirmó. La clave está, según Pascual, en no mirar solo lo que está en el centro, sino combinar los elementos que están en la periferia, “para construir unos superhéroes bastardos que tengan mayor capacidad de impacto”.
Siguiendo con lo híbrido y la mezcla, Rubén Alonso, lamentó la situación actual del diseño, comparado con prácticas anteriores como el collage en los 60 o ya en los 2000 la puesta en valor de elementos reapropiables. “Esas son las prácticas que deberían consolidarse, las que se hacen con apertura” afirmó. “Hay que generar herramientas que puedan ser útiles a otras personas en otros contextos”. Y aludió a la música electrónica como ejemplo de reutilización creativa de herramientas pensadas para otra cosa.
En esa reflexión sobre el diseño y la replicabilidad, Sergio Rodríguez hizo referencia a Basurama y preguntó a Mónica Gutiérrez por la forma en que ellos combinan el trabajo con los residuos y la dimensión estética. A lo que Gutiérrez respondió que lo importante en su trabajo es el material “que se sepa que es basura, ahí es donde está el mensaje, la estética es secundaria”.
Sergio Rodríguez continuó preguntándole por las dificultades de la replicabilidad. Tal y como indicó Alice Attout en su intervención de la mañana, es difícil hacer recetas que puedan replicarse, cuando es necesario un importante trabajo de gestión por parte de la mediación. Ante esto, Mónica Gutiérrez insistió en que “más que ofrecer recetas para que se repliquen ad infinitum, hay que generar imaginarios de posibles cambios para lograr lugares vivibles y amigables”. Y aprovechó su intervención para plantear a los miembros de la mesa su inquietud por no hablar explícitamente del concepto de comunidad.
Interpelación a la que ambos respondieron afirmando que la idea de comunidad va implícita en el desarrollo de todas las reflexiones planteadas sobre la fiesta y los ritos. “Si la fiesta es el lugar en el que podemos enredarnos los parentescos extraños, es porque son lugares capaces de construir una comunidad entre diferentes. La construcción de comunidad es intrínseca a la fiesta”, señaló Manu Pascual.
En la misma línea se posicionó Rubén Alonso, que insistió en que la idea de comunidad estaba presente en toda la conversación. “Los ritos mantienen la comunidad, aunque a veces sea en un sentido cerrado”, resaltó. “Pero tenemos la capacidad de pensar nuevos ritos, no para mantener comunidades, sino para el aprovechamiento de esas emergencias”, finalizó.
La participación del resto de asistentes continuó con la reflexión sobre la capacidad de acción. Ser conscientes de la insignificancia de nuestras acciones para transformar la sociedad no debe impedir la movilización. Todos coincidían en que la clave es seguir actuando a pequeño nivel, pero que “la acción es el único compromiso posible”, como afirmó Manu Pascual.
La pequeña escala, los barrios en las ciudades, la importancia de repetir los ritos y dejar constancia de lo que producen, ya sea una celebración o una jornada como esta fueron algunas de las ideas planteadas por los participantes.
La tarde fue acabando y con los últimos rayos de sol entre los árboles de los jardines del Casino de la Exposición, finalizó este encuentro en el que se compartieron propuestas, reflexiones e inquietudes sobre procesos de transformación de las ciudades teniendo en cuenta el entorno en el que se ubican y las comunidades que lo habitan. Procesos de renaturalización urbana participativos y con vocación de replicabilidad.