Este género de plantas leñosas pertenece a las rosáceas (Rosaceae). Aunque podemos encontrar especies en toda la región Paleártica (Europa, norte de África, Asia templada), la mayoría de las especies descritas y usadas en jardinería son de procedencia asiática.

Cotoneaster es la unión del latín cotoneus, "membrillo", y el sufijo "aster", que indica parecido. Alude a la similitud de las hojas en algunas especies con las del membrillero.

El uso ornamental deriva sobre todo de sus frutas rojas, que permanecen mucho tiempo en la planta, y en menor grado de sus flores, que varían entre blanco y rosa. Se emplea tanto de forma aislada, como en grupos, setos o arbustos tapizantes, pues aunque no suelen tener mucha altura (algunas especies se consideran arbustos rastreros), son muy frondosos. Aunque predominan las especies perennes, las hay de hoja caduca. En jardinería, algunas de las especies más frecuentes son el C. horizontalis, C. lacteus, C. franchetii, C. salicifolius o C. dammeri.

El fruto de la mayoría de especies de cotoneaster es ligeramente tóxico, por lo que se considera no comestible, si bien en el sur de la península ibérica hay una especie endémica de las sierras béticas incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía (Cotoneaster granatensis), cuyos pequeños frutos sí son comestibles y de sabor dulce.