El caracolillo es una planta de extraña y hermosa floración, semejante a las conchas de los caracoles por su forma espiral, crece en las zonas tropicales de América Central y del Sur donde dicen, que puede alzarse hasta una altura de dos pisos en un solo verano. Además de su peculiar forma enroscada, sus flores son muy coloristas, de un blanco cremoso con sutiles tonos rosados, lavanda y dorados. La planta es polinizada por ciertas especies de hormigas, atraídas por el néctar de sus flores.

En 1792 Thomas Jefferson, tercer presidente de Estados Unidos y uno de los autores de la constitución de dicho país, escribió sobre el caracolillo diciendo que, aunque en Inglaterra es una planta de invernadero, crecía al aire libre en Virginia y Carolina. Si Jefferson la plantó personalmente o no en el jardín de su residencia neoclásica de Monticello, en Virginia, es algo que se desconoce, pero sí que la planta ya se cultivaba en esos jardines en la década de 1830. El caracolillo fue introducido en Europa en el siglo XVIII.