Ailanthus altissima (Mill.) Swingle
SimaroubaceaeEl ailanto es un árbol de crecimiento rápido que puede alcanzar en poco tiempo una gran altura, por lo cual es considerado un “árbol del cielo” en China, su lugar de origen. Allí sus sus hojas eran usadas como alimento para el gusano de seda, motivo por el cual se empezó a introducir en Europa a mediados del siglo XVIII.
La antigua Ruta de la Seda, que comenzaba en China y atravesaba toda Eurasia, fue revitalizada por los mercaderes árabes y judíos medievales tras su decadencia ligada a la caída del Imperio Romano, siendo al-Andalus el punto más occidental de esta milenaria ruta que generó no solo una red de intercambio de productos sino también de ideas y saberes. El control de las vías comerciales orientales como ésta la de la Seda o las de las Especias estaba en el siglo XVI en manos sobre todo de estados de mayoría musulmana, lo que motivó que en esta época los europeos exploraran nuevas vías, con la intención de alcanzar las regiones originarias de estos productos de lujo. Su gestión y comercio debían proporcionar riqueza y poder a las naciones que las poseyeran, lo cual motivó el apoyo de los gobernantes a expediciones como la de Magallanes, que buscaba una nueva ruta hacia las Especias.
China quedó lejos de la expedición magallánica, aunque la vislumbran a través de producciones típicas de este país milenario como el almizcle o, sobre todo, la porcelana. El cronista Antonio Pigafetta relata cómo los nativos de las Filipinas sirven a los expedicionarios sus comidas en platos y tazones de porcelana. China intercambiaba porcelana por una serie de productos de Filipinas tales como maderas duras, ornamentos de coral, oro, perlas, goma o algodón. Más allá de leyendas o prejuicios, los expedicionarios conocían así de primera mano un lujoso Oriente real, un mundo vivo de productos e intercambios comerciales, para nada unas tierras de salvajes.