Requinta media. Chirita
Los chimbangueles de San Benito,
Chirita Rivera en Bobures. Venezuela, 1992
América del sur
Con las primeras naves transoceánicas, auténticos bosques flotantes, el trasiego por el Mare Nostrum se extendió al mar océano propiciando así un encuentro radical entre culturas lejanas. A partir de entonces Canarias adquiere una posición estratégica entre Europa, África y América. Por entonces su octava isla deja de ser un espejismo, San Borondón, para encarnarse, por ejemplo, en Venezuela; donde todo canario tiene o ha tenido un familiar viviendo y donde se cultiva la caña de azúcar y la platanera al ritmo de los chimbángueles.
Los tambores chimbángueles y su intrincada polirritmia, son los protagonistas del ritual en honor a San Benito de Palermo que tiene lugar en distintas poblaciones del sur del lago de Maracaibo. San Benito, patrón de Palermo, también conocido como “el Moro”, era hijo de negros esclavos manumisos, término que se aplicaba en la antigua Roma a los esclavos que alcanzan la libertad. En el ritual se sincretizan elementos culturales de las culturas africanas trasplantadas a esta región por el régimen esclavista colonial con elementos de raíz hispánica. El cuerpo de los siete tambores del chimbánguele se construye con la madera de un árbol denominado lano o balso, de la familia de la chorisia. Más info música.