Las huertas suponen una parte significativa de este proyecto diverso y ecléctico que es el Huerto del Rey Moro. En la enorme superficie que lo conforma, encontramos un entramado de espacios diseñados para el cultivo de aromáticas y hortofrutícolas, además de las zonas habilitadas para otros usos.
Justo a la izquierda de la entrada actual desde la calle Enladrillada, mirando hacia la esquina donde se unen la valla que separa el HRM de esta calle con la medianera de un bloque de pisos, se habilitaron las Huertas Escolares. Los bancales para este uso fueron construidos a la altura de las/os peques que, durante algunos años, estuvieron frecuentándolos. En la actualidad este proyecto se encuentra parado tal y como era antes, por falta de financiación . Sin embargo, un grupo de personas asíduas a la asamblea que gestiona el lugar, está ya reliando y planeando la forma de reinventar la actividad de estos bancales desde el ámbito de la escuela sin necesidad de recurrir a la vía de la financiación pública. Se estudia, a día de hoy, la posibilidad de ceder su uso a centros escolares cercanos para que sean pilotadas las Huertas Escolares por las/os maestras/os de Conocimiento del Medio y/o Biología, mientras cumplan ciertos requisitos de uso (agricultura ecológica, compostaje…); aunque esta iniciativa es aún temprana. De momento, hay sólo un bosquejo que esperamos no tarde mucho en materializarse y podamos ver en breve a las/os nenas/es paseando por allí de nuevo. Tendréis noticias.
Si continuamos caminando hacia delante encontraremos la enorme higuera centenaria, la reina mora, y a su izquierda, las seis moreras. Girando a la izquierda y dejando atrás, en el lado derecho, estos árboles nos adentraremos en la zona de huertas, abiertas igualmente al paseo. En este “trozo” del HRM existen actualmente varios proyectos distintos en ejecución. Por un lado, se trabajan unos ocho bancales de forma comunitaria, es decir, quien lo desee puede asomarse por allí un domingo (día en que se congregan un grupo de hortelanas/os para las jornadas de trabajo colectivas) y cultivar conjuntamente, como forma de aprender, e igualmente compartir criterios y formas de hacer.
Además de los bancales comunales existen una serie de bancales vecinales que fueron construidos para que las personas del barrio, los vecinos y vecinas, tuvieran la oportunidad de trabajar una pequeña parcelita de tierra de uso propio, pero sin perder la idea del compartir, haciendo relaciones humanas, creando lazos, fomentando el desarrollo de una conciencia vecinal, huyendo del mundanal ruido urbano, haciendo la ciudad más acogedora y habitable, al fin.
El calendario de siembra cada cual lo lleva a su manera, aunque tratamos de ayudarnos y enseñarnos. Algunos criterios comunes que fueron acordados han de ser respetados: cultivar en ecológico, respetar las variedades locales, hacer compostaje, acolchar la tierra para que mantenga la humedad, hacer recogida de semillas etc. Se espera también la asistencia regular a la asamblea mensual en la que se consensúan y toman las decisiones que afectan a la gestión y organización del espacio y que tiene lugar el último domingo de cada mes, allí mismo.
Estad atentas/os, pues muy probablemente en breve se anuncie convocatoria en la búsqueda de hortelanas/os para los bancales vecinales. ¡Animaos!
P.D. En las imágenes, algunas variedades de la huerta de invierno: acelgas y espinacas, guisantes creciendo en su estructura, habas, cebolleta y col.
Fdo. Cristina Cabrera.