Luciano Furcas nació en el pueblo rural de Samassi, Cerdeña, hace 66 años, provincia de Cagliari (Italia). Un pueblo de 5.000 habitantes donde sus padres tenían una huerta-granja. Aprendió desde la cuna el cuidado de la tierra y los animales. Se empapó del ciclo vital de la naturaleza recibiendo un aprendizaje directo. Su escuela fue y es la vida en la naturaleza. Ha permanecido ligado a la ella de una manera u otra durante toda su existencia.
Está considerado como el pionero del diseño integral y ecológico de numerosos espacios comunitarios y jardines basados en los principios de la permacultura, un sistema de diseño que combina varios elementos relacionados entre sí, donde no hay separación entre el delineante y lo delineado.
Lo conocí en Italia participando en uno de sus cursos. En ese momento decidí seguirlo a Sevilla para aprender más sobre su práctica y filosofía: “El cuidado de nosotros es el núcleo que está unido en círculos concéntricos a nuestro hábitat y a los seres vivos que nos rodean”.
Luciano Furcas considera que toda nuestra vida podría ser un diseño de permacultura donde tomemos conciencia de que todo está interrelacionado. “La vida es un proyecto global, una unidad, donde el leve aleteo de una mariposa inicia un ciclo que puede terminar en un maremoto en otro lugar de la Tierra. Todo esto nos hace partícipes y conscientes de que somos capaces de manifestar un poder que nos hace codiseñadores o co-creadores de los sistemas vivos”.
Y prosigue: “Si observamos la armonía que hay en los sistemas vivos que podemos documentar, tendremos los instrumentos para replicarlos en nuestra vida. Todos tenemos un jardín interior para cultivar”.
Él vive en España predicando con el ejemplo desde hace más de treinta años, desde la legendaria Galería de Arte Elemental de Tarifa al vergel en al azotea de la calle Pajaritos en Sevilla, pasando por los talleres sobre la huerta como herramienta pedagógica en el Colegio de Santa Marina hasta el Huerto del Rey Moro donde dinamiza un proyecto de Permacultura Urbana.
Voy con él todos los días al Huerto del Rey Moro, “ese espacio sostenible en el que la naturaleza cuida de sí misma y los humanos nos limitamos a escuchar su llamada y seguir sus consejos”, que por su configuración, es uno de los más fértiles huertos urbanos de Europa. Este huerto es un sistema complejo de relaciones espontáneas y provocadas, que trabajan conjuntamente sobre los cuatro elementos primordiales: tierra, agua, aire y fuego.
Lo reconozco esencialmente, como un organismo vivo que a través de un juego entre acumulación, evaporación y sombras crea un microclima que genera, por ejemplo, un ambiente fresco en verano. Aquí se va generando suelo, semillas, compost, sistema de agua y biodiversidad de las plantas: en el huerto se cuentan más de 120 especies entre las cuales podemos reconocer muchas plantas aromáticas (albahaca, romero, salvia), además de numerosas plantas comestibles convencionales como la lechuga, los tomates y las patatas, y plantas silvestres juntos a otras más desconocidas como el boldo, la estevia, el chayote y la capuchina, que Luciano define como “planta organizadora que ayuda a las demás plantas a recuperar la alegría, si las ven vestida de nuevo, las otras dicen : !sigámosla!”.
Recorrer este espacio verde despierta varias lecturas, según la profundidad de la mirada.
Descubriendo cada detalle me doy cuenta de que este espacio común, no sólo es capaz de generar beneficios para la sociedad en construcción, sino también fomentar nuevas dinámicas de relaciones conscientes; es un espacio donde compartir prácticas y conocimientos entre personas y colectivos que quieran contribuir en el proceso de hacer una ciudad sostenible, desde sus pequeños planetas al planeta de todos.
Por todo esto, es muy fácil enamorarse del huerto y preguntarse de forma natural: ¿qué es el Huerto del Rey Moro para mí?
“Es el mejor lugar para poder visualizar las dinámicas globales y los que nos debería inspirar en nuestra acción cotidiana”.
Esa es la respuesta de Luciano Furcas que por su sencillez, ilumina como por arte de magia los caminos en las noches más oscuras.
Fuentes
MUÑOZ, Antonio. (2010). La permacultura según Luciano Furcas. Facpe, 16-17
SCAMARDI FORTUNA, Stefania. (2011). Sevilla Celeste.
FRESNEDA, Carlos. (2014). El permacultor urbano. 29 julio 2014, de El Mundo. http://www.elmundo.es
Fdo. Tiziana y Luciano.