Fueron Darío e Hisabelia, tramalloleros y enredantes del barrio, los que trajeron la idea de adornar nuestro querido Huerto del Rey Moro durante las fiestas. De su propuesta nos encandilaron varios detalles. El primero de ellos, como no, fue la ilusión de “poner guapo” por un mes al espacio que con tanto cariño habitamos. Trabajar con materiales reciclados (latas cedidas, calabazas vaciadas, aceite reutilizado…) nos pareció que se imbricaba muy bien con la singularidad del entorno.
Los contornos de hojas que adornan algunas de las lámparas (las de lata) han sido inspirados en elementos reales que pueblan el micromundo moruno: moreras, higueras y otros. Además, los talleres han tenido lugar entre Tramallol y el mismo huerto, con la participación de una buena parte de la jungla urbana que suele dejarse ver por allí. Un trabajo de familia, en fin, un trabajo colectivo hecho con ahínco y amor a borbotones.
Fdo. Cristina Cabrera