Arbutus unedo L.
EricaceaeEsta especie fue identificada por las exploradoras: Lorena Domínguez González y Aitana Atienza Navarro del CEIP Vélez de Guevara, quienes denominaron a los especímenes: Frutescu floresucu y Frutescu rojusu, llamándoles la atención que tenía frutos y flores a la vez.
El nombre genérico Arbutus procede de una antigua palabra celta arboix que significa áspero o escabroso, en alusión a sus frutos. Característica de la región mediterránea, el madroño es una planta que prefiere no obstante un clima más fresco y húmedo, por lo que es más frecuente en riberas y sierras. Es la planta heráldica del escudo de la Villa de Madrid. El epíteto unedo deriva de unum tantum edo, 'comer solo uno', vocablo latino, en alusión al contenido alcohólico de sus frutos. En cuanto al nombre popular, madroño, deriva del mozárabe matrúnyu, y éste de la voz prerromana motŏrŏnĕu, con el mismo origen que el nombre de la fresa en gallego o portugués (amorodo o morango).
Se trata de una especie que ya era cultivada en la España medieval musulmana. En esa época, y a la manera de los tratados agrícolas de los antiguos romanos que se conocían, la cultura andalusí produjo interesantes manuales de agricultura y jardinería. Uno de ellos, quizá el más completo, fue obra del sevillano Ibn al- Awwam, el conocido como Libro de la agricultura nabatea. Ibn al-Awwam recomienda aquí, de un modo funcional en relación a los usos del agua, la plantación del madroño junto con otros árboles y arbustos de hoja perenne “en la proximidades de las puertas y de los estanques o depósitos”.
Ibn al-Awwam fue un agrónomo que vivió en época almohade, entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, en el Aljarafe sevillano. Allí tuvo un huerto donde exploró los conocimientos que después puso por escrito en su manual, considerada la obra geopónica más importante de toda la Edad Media. Ejemplo del amplio saber botánico que caracterizó a la región de la España medieval conocida como al-Andalus.