Euonymus japonicus Thunb.
CelastraceaeEsta especie fue identificada por los exploradores del colegio Vélez de Guevara: Rubén e Iván, quienes denominaron a los especímenes Rubptnes sierreities y Picoti verin, llamándoles la atención: sus hojas serradas.
El específico japonicus nos habla de su lugar de origen en Japón. Fue introducido en Europa durante el siglo XIX como planta de jardín; de hecho, al ser un arbusto de rápido crecimiento, ha ido sustituyendo paulatinamente al mirto y al boj como planta para delimitar espacios ajardinados.
El término científico por el que se conoce a este arbusto deriva del griego y significa “buen nombre”, de eu, bueno, y ónoma, nombre, tal vez en sentido peyorativo, ya que se trata de una especie de olor desagradable y con sustancias tóxicas en todas sus partes; ya en la Edad Media se tienen noticias de personas envenenadas por sus frutos.
Puede parecer contradictorio que una planta de propiedades venenosas como el bonetero sea conocida con una denominación positiva, pero conviene recordar que en la Antigüedad incluso los dioses más temidos eran invocados con nombres de augurio para congraciarse con ellos y evitar sus venganzas. En Oriente, las ramitas del bonetero se usan para preparar especiales decoraciones florales con las que se adornan las estatuas. La dureza de su madera ha generado una asociación romántica que ha hecho pensar que el grabar un nombre en la corteza del bonetero equivale a esculpir un nombre para siempre en el corazón de la persona amada.