Ligustrum japonicum Thunb.
OleaceaeEsta especie fue identificada por las exploradoras del IES Salvador Távora: Nuria Montero y Ana Domínguez, quienes denominaron a los especímenes: Nurana gomífisis, llamándoles la atención sus hojas verdes claras con algunos toques de verde oscuro y su tronco fino con corteza dura. Sus hojas presentaban elasticidad, de ahí el nombre Gomífisis.
Más pequeño que el aligustre, el nombre común alude a su lugar de procedencia, Japón. Se introdujo en los cultivos de Europa hacia 1845, adaptándose muy bien por el sur del continente. No se sabe con certeza la procedencia del nombre del género, pero la opinión más generalizada es que proviene de la palabra latina ligare, que significa atar, porque las ramas jóvenes se pueden usar para tal fin, dada la ductilidad que presentan. Emparentado con el europeo Ligustrum vulgare, los frutos de este último, conocido como alheña o aligustre, se han empleado desde antiguo como tinte para tatuajes o para maquillar los ojos de las mujeres. Para este fin se machacaban los frutos hasta convertirlos en un finísimo polvo. En relación a esta práctica, el árbol aparece citado por en el escritor Miguel de Cervantes. Lo hace en concreto en su obra más famosa, El Quijote: tras narrar una de tantas aventuras en las que el Ingenioso Hidalgo de la Mancha y su ayudante Sancho Panza acaban malparados, Cervantes utiliza el dicho castellano de tener los huesos hechos alheña, que viene a decir lo mismo que la expresión más conocida en la actualidad tener los huesos hechos polvo.