Laurus nobilis L.
LauraceaeEn las Islas de las Especias, Antonio Pigafetta describe árboles para él hasta entonces desconocidos, como el del clavo o el de la canela, comparándolos por su similitud con otro que sí le sería muy familiar, el laurel. También un miembro de la cancillería imperial de Carlos V, Maximiliano Transilvano, en una relación del viaje posterior a la de Pigafetta, se hace eco de las narraciones del italiano cuando afirma que las hojas de la planta de la canela se asemejan a las del laurel.
Como el clavo o la canela, el laurel es de hecho también una especia, eso sí, típica mediterránea, y ha sido siempre en sus regiones de origen muy apreciada por las virtudes aromáticas, gastronómicas y terapéuticas que atesora. La admiración que despertó en la Antigüedad convirtió a esta planta en protagonista de una historia de la mitología, la de Apolo y Dafne, en la que la ninfa perseguida por el dios que quería gozar de ella se convierte en árbol de laurel para que no la alcanzara. Dedicada así al dios solar Apolo, la planta se encuentra asociada desde la época clásica a cualidades positivas como la virtud y la fama, literaria o militar, de ahí que la corona de laurel fuera un premio máximo tanto para emperadores como para poetas y artistas. La fascinación que las culturas griega y romana sintieron por esta planta continuó en el Islam medieval, siendo el laurel muy querido en al-Andalus para la fabricación de jabones con su aceite, además de usarse sus hojas con frecuencia para aromatizar vinos y en la elaboración de numerosos platos. Aún hoy sigue siendo el laurel un ingrediente que no puede faltar en una buena cocina en España. Los cronistas Pigafetta o Transilvano fueron gente de formación humanista, que escribían y pensaban dentro de las coordenadas de un movimiento intelectual que estaba poniendo de moda entre las élites europeas, como su monarca Carlos de Habsburgo, la mitología y la historia clásicas, un movimiento de recuperación intencionada de la cultura grecorromana llamado Renacimiento. En ese contexto, el laurel volverá a tomar fuerza como símbolo de victoria y nobleza al que alude su nombre específico, nobilis. El mismo Carlos V se hizo representar en monedas y esculturas con la corona de laurel, como si fuera un nuevo césar triunfante. Un césar que había promocionado la primera circunnavegación del mundo.Procedencia
Europeo/MediterráneoCalendario
Hábitat
Morfología
Tipo
Árbol
Porte
Cónica
h: 4 a 6m
r: 2,00
Hoja
Simple
Lámina
Lanceolada
Lámina
Oblonga
Disposición
Alterna
Margen
Ondulado
Margen
Entero
Base y peciolo
Atenuada
Ápice
Agudo
Follaje
Perenne